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Mostrando las entradas de diciembre, 2007

¡No nos pararaaaan!

Ésta entrada va dedicada a las frases célebres en Drumheller surgidas en los momentos menos oportunos y en las situaciones más bizarras o simplemente llenas de aburrimiento: Ricks: ¡Ta loca! ¡Se me sale la lechuguita del pambazo! ¡Pápalo quelite! ¡Estaba talle y talle! ¡Ash! ¡puro naco aquí! [Joaks y yo eramos los únicos presentes] ¡comOOOO!?!? ¡Ya sabeeeeeeeeees! "amo a Kate Moss y a la Campuzano... ¡me quiero poner hasta el a*o!" ¡Me voy de putigira! ¡No mames! ¡Ya no entro en mis skinny! [dos horas después: "Mana, ¿me haces una doble big xtra especial?"] ¡Si buenas nocheeeeeeeeeeeeeees! ¡Con mucho gusto! "una doblecheesse, add mayo por fa!" ¡que baaaaaarbara! ¡ash! ¡pinche gorda es una nacaaaa! ¡jiiija! Joaks: A mi se me hace que esto de la tecnología es un complot alienígena para conquistar a la raza humana... ¿Ontario esta en Toronto verdad? ¡Tienes 3 segundos para echarte a correr! ¡No te acerques, está bien apestoso este! awesome dude! biaaaaatch!!...

¡Mi ranking top top top top!

Este es el último ranking del año y estoy totalmente decidida a acabarlo de una manera positiva poniendo melodias que me hicieron bailar, llorar, recordar, cantar, disfrutar y gritar en vez de poner canciones que me molestaron y que detesté tanto como para hacerles críticas carentes de la objetividad que se supone, como aspirante a comunicóloga , debería ejercer... pero como simplemente no me gusta ser una más del montón objetivo , pongo lo que se me viene en gana le guste a quien le guste, pues al final, no seré una líder de opinión pero si seré la gurú musical de un par de personas. En fin, este conteo constará de diez canciones y cinco menciones especiales... pero advierto: la mayoría no son canciones frescas, pero eso no significa que no sean buenas, al contrario... digamos que son clásicos que fueron el soundtrack de mi año tan productivo que me ha dejado un buen sabor de boca, pero eso lo contaré en otra entrada [aunque se que esto no es un diario, pero fue tan guay que no me...

De intolerancia, emos y otras cosillas...

Como ya es sabido, apenas hace dos semanas regresé de mi viaje espiritual y laboral por las frías tierras canadienses y aún recuerdo a todas aquellas personas que siguen abriendose camino a través de la nieve que ha cubierto las calles que alguna vez recorrí congelándome y envuelta en capas de ropa tan gruesas que ni una bala pasaría. Regresar a la ciudad más grande del país ha sido un proceso de reeducación y readaptación a la gente que te aplasta en el metro, la gente que se trepa hasta en las ventanas de los micros, a la gente que no respeta tu espacio vital, a la gente que se mete en las filas, a la gente que aromatiza el vagón del metro con sus perfumes concentrados de más de una semana, al tráfico, al estrés, al smog, al calor, a la histeria colectiva, a la gente que te grita en la calle... También han sido semanas de reencuentros, algunos más gratos que otros porque el pasado nunca olvida y te persigue hasta darte de dos sopas: regresa a ayudarte a encontrar la paz interna o vue...