Alguna vez en esos sueños de infancia, una amiga y yo planeábamos tener hijos... yo tendría un niño y se llamaría Romeo y ella tendría una niña y se llamaría Julieta [claro que en ese entonces no estábamos conscientes de que la genética suele jugar con las características físicas del humanito que nacerá, pero aun así estábamos decididas a tener a nuestros hijos en ese orden]. Los haríamos crecer juntos para poder consumar esa historia de amor al mero estilo del escritor inglés pero omitiendo el odio entre las familias y los suicidios de los protagonistas.
Pasaron los años y mi amiga y yo dejamos de tener contacto [bueno, solo nos hablamos por teléfono] y por lo tanto, ese sueño infantil pasó a ser nada más que una anécdota que podremos contarles a nuestros nietos.
Sin embargo, el día que me puse a recordar ese "acuerdo", no pude evitar sonreír y pensar en la inocencia de nuestros pensamientos durante la infancia acerca de ese tema que a algunos nos parece tan irreal como la leyenda de La Llorona: "el amor".
Todos [¡y realmente me refiero a toooooodos!] en algún momento de nuestras vidas, hemos pensado en encontrar a esa personita que nos haga sentir bien al 100%, que solo piense en nosotros y que muera por nuestro amor y demás cursilerias felices... pero ¿realmente existe ese alguien para cada individuo de este planeta?
Considerando que en este planeta llamado Tierra hay aproximadamente 6,500 millones de personas, de los cuales 52% son mujeres [es decir, aproximadamente 3,380 millones de humanitos son mujeres] y 48% son hombres [¡¡¡o sea, hay 3,120 millones de cabrones!!!]... pero de ese 48% de hombres, el 11% son homosexuales [algo así como 343,200 millones de individuos que quisieran formar parte del 52% antes mencionado]... entonces, todos los seres humanos que habitan en la faz de la Tierra ¿tienen posibilidad de encontrar a su "media naranja"?... alguien ayúdeme a contestar esta pregunta...
De lo que si estoy 100% segura es de que Pau Donés de Jarabe de Palo y su canción Romeo y Julieta tienen toda la razón... ¡Romeo y Julieta no eran de este planeta!... mientras me sigo haciendo bolas con esto de las estadísticas y tratando de saber como repartir "equitativamente" esta cosita llamada amor, buscaré a mi "perrito caliente" que me quiera ciegamente, que no beba, que fume y que le guste la música estridente, pero eso si... no seguiré al pie de la letra la canción, porque no pretendo buscarlo en un bar con un cartel pegado en la frente.
