Ir al contenido principal

Se acabó Santa Claus... Laura is here to stay!


Si bien, estoy viviendo en Canadá y tengo acceso a más servicios u oportunidades de los que alguna vez tuve en México, eso no es sinónimo de que ahora tenga más dinero o que mi maleta (para mi proximo viaje de regreso a la segunda ciudad más grande del mundo) tenga el doble de capacidad en comparación a la que me traje cuando llegué a Drumheller.

No se que me pasa últimamente, pero todo me molesta. A lo mejor es simplemente la preocupación de regresar y no encontrar trabajo y volver a depender de mis paranoicos y esquizofrénicos padres, o chance sea el regresar a algo de lo que estaba huyendo en algún tiempo y que ahora tengo ganas de afrontar después de haber visto lo "cabrona" que puede ser la vida en un lugar donde nadie te conoce, le simpatizas a pocos y no cualquiera aguanta tus berrinches.

Será el sereno, pero es momento de regresar a terminar lo que alguna vez empecé: la pinche universidad. Y me atrevo a poner la palabra "pinche" como prefijo porque tengo que pagar un dineral (lo cual es otra de mis preocupaciones) y como anduve turisteando acá, no guardé dinero ni para la inscripción, pero no me arrepiento porque conocí personas increibles, hice amigos que siempre voy a recordar con una sonrisa en la cara y agarré una resistencia al alcohol que iguala a la de mis años mozos en la Preparatoria Cervantes.

Y como todo en esta vida tiene sus pros y sus contras, pues anuncié mi regreso a finales de noviembre y de repente se regó como polvora el asunto y muchos claman por una peda de bienvenida (lo cual se les agradece y se aprecia, verdad de Dios que si), mientras muchos otros han visto este retorno como la magnifica oportunidad de tomar a Laura como la nueva IKEA (que por cierto, la nueva colección de muebles esta muy coqueta) y han empezado a hacer sus pedidos: libros, discos, consolas para video juegos, ropa o calzado... "¡pásele marchante! pida su recuerdito de Canadá!" Es de esas cosas que te molestan pero a la vez dices "¡va pues!"

Ya me pasó una vez: Mi primo David me pidió de favor, que ya que andaba yo por estas tierras, buscara unos tenis skate que quería. Me dio la marca, el diseño, ¡todo! Pues ahi tienes a Laura (alias La Caritativa) buscando como pinche loca los tenis durante dos días por internet hasta que finalmente da con ellos y los compra. Según la página, iban a tardar dos semanas en llegar y mi primito estaba ya chingue y jode con que donde estaban sus tenis, que nomas me estaba haciendo güey y pendejadas por el estilo. Finalmente me llegaron los tenis tres semanas después y se los mandé pero tardaron otras dos semanas en llegar a México para que al final, el hijo de la chingada (con perdón de mi queridísima tía) se encabronara conmigo como si yo hubiera tenido la culpa de los retrasos del correo internacional.

Eso me enseñó, según yo, la lección de no volver a hacer este tipo de favores... pero nuevamente sucede: Enrique (otro primo) quiere un diccionario de términos administrativos en inglés y un libro de Charles Dickens y cada que me ve en el msn me recuerda que se los compre y alla me los paga, Martín (mi tío favorito) quiere unas sudaderas, Nestor (un amigo) quiere un Nintendo Wii y también es la misma historia del recordatorio por el msn, Victor (otro amigo) quiere un disco de Sidney y ahora, si consideramos que vine a turistear y que ya llevo mil chacharas ¿como diablos pretenden que cargue con eso aparte de mis propios bienes?

Insisto, a veces tengo mi lado amable y he accedido a comprarlos y llevarlos a México para el goce de aquellos, pero a la vez me molesta la insistencia... es como las cosquillas: te provocan risa, pero después de un rato ya te enojan y en lugar de terminar feliz, acabas poniendo una jeta de incomodidad y poca satisfacción.

Los quiero mucho a todos aquellos que se han preocupado por mi durante mi estancia en Canadá, pero también espero que entiendan que mi situación económica es similar a la de Mexico después de que Salinas dejó el poder y a la nación en devaluación y por lo tanto, los recuerditos serán limitados y austeros y espero que nadie se ofenda si no les toca porque juro por Madonna que pienso en todos y cada uno... pero pues La Caritativa es pobre.

Trataré de hacer lo posible por comprar los encargos que me han hecho, pero esto es como Navidad, el tiempo para poner su pliego petitorio en mi buzón de "hotmail" ha terminado y si querías algo de acá, ya te quedaste con las ganas porque de por si ya llevo más ropa de la que me traje y mi PS2 y mi guitarra inalámbrica para seguir traumándome con el Guitar Hero y sumándole los encargos... ya no hay espacio... lo siento.

Así que nos vemos pronto por allá, armamos una fiesta (pero no en mi casa porque queman mi sala italiana ¡jajajajaja!) y festejamos que en México si tenemos cerveza León ¡hell yeah!


Comentarios

Maya Mexica!!! dijo…
Pues yo si te voy a pedir una cosa y me vale el mundo: vas a beber los pomos que te voy a invitar, me vas a contar tus aventuras y vamos a terminar super pedos. Yo pongo la sala para que no haya peros que si el loveseta italiano, el marmol y mamada y media.

Se le quiere mujer... the black tide is coming jejeje

Entradas más populares de este blog

Entrada 164 según Blogger y La Última Entrada según Yo

Se acabó SouR GirL oficialmente porque ya he abierto un nuevo blog aunque éste quedará abierto para futuras referencias o nomás porque soy nenita y no puedo deshacerme de él así nomás como tirar a la basura un clinex [sic] lleno de mocos. Para ir al nuevo bló, píquenle aquí . Si usted no desea ir al nuevo bló, pues entonces quédese ahí sentado mirando el monitor hasta que esta pantalla desaparezca. Gracias.

De 8 cosas [a petición de El Führer]

El Führer andaba de ocioso y le dejó tarea a 8 personas. Como soy muy ñoña y siempre entrego mis tareas a tiempo, le prometí que en la tarde tendría mi lista de las 8 cosas que quiero hacer antes de morir, así que ahí les van: Visitar Cabo Catoche. Y seguro dirán: ¿qué tiene de especial Cabo Catoche? honestamente no tiene nada de especial Cabo Catoche, sólo me gusta como suena Cabo Catoche ¡anden! ¡díganlo muchas veces y en chinga! CaboCatocheCaboCatocheCaboCatoche Ganarme los Melate. ¡Puuuuuutas! Si me los gano por fin podría pagar mis deudas, y compraría bienes raices para hacerme tan rica como Donald Trump, eso sí, no me peinaría como él al estilo Quesito Oaxaqueño, digo, tanto pinche dinero y que no se pueda poner ingerto de greña ¡Qué mamarrachada! Armar a 2º and the planetas. ¡Oooooooh si! Yo quiero mi pinche banda, como no. Así me dure una semana, no hay pedo porque algún día podré contarles a mis nietos que su abuela tuvo una banda de una semana. Tener mi propio departamento...

'Ora si...

Ya apareció mi celular [agradecimiento especial a Gregorio por despertar a toda la casa como a la una y algo] y por lo tanto, ahora si podré escribir en paz y postear las fotos que tomé con el celular, ayer que Quique y yo nos fuimos a vagar. Pretendíamos ir al Centro Cultural España a comer, fumar y beber porque qué flojera eso de estar leyendo todo el pinche fin de semana y haciendo tarea y demás, pero ¡pinche marcha, carajo! la hubieran hecho un domingo en la noche y sin pedos, ¿por qué pasar a joderle los planes a los demás? Como nuestros planes en el dauntaun valieron madre, terminamos tragando en Pizza Hut del Chayito y para bajar la comida [¡confiésomeeeee! me tragué media pizza mediana] nos fuimos caminando hasta el metro Camarones y en el trayecto, nos encontramos esto: ¡ohpordios ohpordios! Doctor, aplíquele electroshocks porque la estamos perdiendo ¡tanta porno en sus archivos! ¡Putas! a ver, ¿cómo esta eso del salvajismo culinario? ¿alguien tan bondadoso que pueda explicarm...