¡Cómo pinche blogger iba a poder más que yo!

Pues ni madres. No me di por vencida y finalmente les podré enseñar las cosas que me encontré en la Expo. Me hubiera gustado haber tomado unas cuantas en el metro, pero desde que regresé de salvar foquitas en Canadá, vivo con una paranoia marca NoMames y cada que salgo a la calle, siento que en cualquier momento me van a quitar todas mis valiosas pertenencias [iPod y celular] y hasta voy preparando [en mi cabeza] un discurso para convencer al Señor Asaltante de que no me quite nada y mejor le invito unas chelas.

Ya pues, mejor les enseño mi poca habilidad fotográfica con mi celular:

1. El Señor Gordito con su playera de Jueves Gordito, o sea Fat Tuesday. *¡Qué lindo!*
2. El anuncio de desprecio que una viejita [muy cotorra y muy intento-de-señora-de-Polanco] traía pegada en la ventana de su carro en contra de Loret de Mola. ¿Acaso me perdí de alguna cochinada que hizo ese señor mientras yo andaba en Canadá o por qué lo odia tanto esta viejita?
3. El adornito tan coqueto que ya se andaba chamuscando. Yo sentí que moriríamos ahí mismo en un incendio catastrófico a causa de ese sobrecalentamiento, pero ¡naaah! no pasó nada.
4. Un antisocial que me dió mucha ternura. Nomás verlo ahí paradito, sin decir nada, mirando a la nada y con cara de que-pinche-hueva-me-trajeron-a-la-de-a-huevo-mis-papás. ¡Pobre niño!
5. Esta es la prueba de que nunca de los nuncas se debe perder el glamour. Bajo ninguna circunstancia o eso acarrearía problemas de dimensiones bíblicas. La viejita que anda por ahí, pidió refresco: ¡Refresco le llevaron! Pero su copa estaba vacía y: ¡Refresco en copa bebió! Ese es el detalle de distinción y lo que le hará brillar en sociedad a lado de Paris Hilton.

Y eso es todo, en la noche pondré las fotos que tomé ayer que estaba aburrida y decidí salir a ver que cosas me encontraba por mi casa y la foto de mi Prima la Vaca, para que no le digan y no le cuenten que yo la odio desde el fondo de mis entrañas nomás porque es fea... nooooo señor, hay algo más que hace que de verla, mi paciencia se escape corriendo y por más que trate de alcanzarle, no se deja y corre ráaaapidamente ráaaaapidamente.