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Las Golondrinas para mi querido celular que no se le ve la pantalla y no me deja leer mensajes largos y hace que me imagine las fotos

No sé en que momento de mi formación, mi cerebro malinterpretó información o que se yo pero desde que tengo memoria, me encariño con las cosas. Sí, así nomás porque han estado en mis manos durante momentos importantes como mi diadema de florecitas cuando me coronaron Reina de la Primavera en el kinder o como mis Converse azules [que están más deslavados y rotos que los zapatos de la canción de Gloria Trevi] sólo porque me han acompañado a muchas partes a pesar de que no me los pude llevar a Canadá porque me dió miedo el frío.

Y nuevamente el amor a los objetos se apoderó de mi y a pesar de que mi pobre celular tiene la pantalla rota y ha estado así por más de un año [aquí la historia de la pantalla madreada] no puedo dejar de sentir ese amor que a lo mejor algunos sienten por sus parejas y de verdad que me parte el corazón ir a Telcel a formarme por horas para que muy fríamente le diga a la señorita el nuevo modelo que se me antoja y así sin piedad me deshaga del que me ayudo a marcarle a mis amigos y familiares desde Drumheller, cuando el crédito del Skype se me acababa y me daba flojera recargarlo automáticamente.

Pero ni modo, por mi salud mental [eso de estar imaginándose los mentados mensajes que podrían contener alguna amenaza de muerte y yo gustosa respondía con un "si, claro" o "yo también te quiero"] y para dejar de darle el avión a todos aquellos que se toman la molestia de escribirme su testamento en SMS, es momento de comprar un equipo nuevo con mis 15, 407 puntos de Círculo Azul y darle paso a una nueva era de tecnología a mi vida.

Confieso que no necesito mucho, únicamente pido un celular con cámara, resproductor de mp3 [y muchos se preguntan: ¿para qué si ya tienes iPod? y yo les respondo: porque soy cantante de karaoke mientras me baño y mi celular pone la música y yo la letra ¡daaah!] y un par de juegos coquetos porque luego se me acaba la pila de mi iPod por andar jugando Klondike todo el día en lugar de poner atención a las clases y cuando regreso a mi casa, tengo que venir escuchando La Sabrosita del Señor Microbusero.

Prometo actualizar mañana este post y poner la última foto que tome con él porque en este preciso momento, es tarde, tengo sueño, estoy en mi cama con la lap en las piernas y eso provocó que ya se me durmiera una porque la otra me la durmió Jonaz que tiene 50% de su cuerpo sobre ella y como me han dicho que existe la posibilidad de que se te rompa una extremidad mientras está entumecida, mejor no me arriesgo a levantarme a buscar ni mi cel ni mi cable y me quedó aquí a acabar esto. Y ustedes, prendan un cirio pascual para que tengan el modelo que quiero, porque siempre que pretendo cambiarlo, casualmente nunca tienen lo que mis deseos anhelan con tanta desesperación.

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