Después de tantos exámenes, tareas y demás, la ociosidad atacó el viernes a mis allegados y Alex ya hasta se quería matar con el rastrillo, pero como todos sabemos que es tonto, pues su objetivo nomás no se cumplió y terminó poniendose de colmillos vampirescos, sus audífonos.
A mitad de mi examen del viernes, la desesperación me ganó y no quedó más que ponerme a jugar con mi calculadora científica del año del caldo... ¡inocente! en la línea evolutiva de las calculadoras, está solo después del ábaco, pero que aguantadora es, ha resistido tantos golpes.
Habíamos pensado en ir a golpear emos para desahogar toda la tensión que invadía nuestros cuerpos, pero Ghandi se metió en mis venas y mejor me quedé en mi casita a cocinar algo para matar el tiempo en lo que se me ocurría algo mejor y acabé haciendo "banderillas con salchichas cocteleras" y fue todo un desastre. Prometo decirle a Paulino Cruz que me de unas clases de cocina para hacer banderillas dignas de ser comidas por los Señores Feudales.
No nos quedó más opción que hacerles caritas para ver si el carbónico sabor se mitigaba con la mostaza... pero no hubo poder humano ni de Chepina Peralta, que las salvara de saber raro.
Comentarios
Pasa a saludarme por el space o el messenger o por donde sea seguido que tambien soy una chilanga atrapada en el D.F. que si a mi el ocio me atrapa no sabria hacer ni baderillas carbónicas.
Besitos!!
NOes pa tanto pero me gusta molestar.=)
Y yo empece con las caritas jaja
deberías darme credito!! xD
Luv ya! n__n