Ir al contenido principal

¡Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiren lo que me encontré!

Andaba de ociosa y decidí guglearme para ver si Google ya se digna a quererme tanto como yo a él y nomás no dió resultado el asunto, salieron 20 mil combinaciones de mi nombre menos YO y como me cansé de sus desprecios puse, en el buscador, las palabras mágicas que todo lo pueden:


Después de que el jodido Google corrigiera mi atropellado inglés [y me dijera que estoy orate y que así no se escribe pero ¡me vale madres! yo lo escribo así le pese a quien le pese... incluso a Shakespeare] obviamente, brincaron algunas entradas de este blog a los resultados de busqueda y también... ¡chanchan! esa página que aparece tan pronto como le piquen a las letrotas que dividen el párrafo anterior, de este.

¡No que no existía Yisus tap-dancing Craist! Nada de que "Si no está en Google, no existe" porque hasta ese olmaigti tiene su propia página... ¡Eso es poder! Creo que al final, el buscador más cabrons del mundo, si me quiere y me lo demostró poniéndome esa joooooooya ente mis ojos con astigmatismomiopía.

Comentarios

Anónimo dijo…
como te atreviste a dudad de google? blasfema! . saluditos. e_onfire
RoCKoLiTa dijo…
jajajaja!! la última vez que me busqué me encontré mencionada en el blog de Ann!! lo cual está chido porque precisamente estaba probando que mi madre no tuviera acceso directo a mi bló XD. Pero qué chido que ya te encontrastessss!! Ruleas!!
Alecktorofobica dijo…
Yeah!!! Pura buena onda!! jajaja

You rule!!

Saludos

•Jenny•

Entradas más populares de este blog

De 8 cosas [a petición de El Führer]

El Führer andaba de ocioso y le dejó tarea a 8 personas. Como soy muy ñoña y siempre entrego mis tareas a tiempo, le prometí que en la tarde tendría mi lista de las 8 cosas que quiero hacer antes de morir, así que ahí les van: Visitar Cabo Catoche. Y seguro dirán: ¿qué tiene de especial Cabo Catoche? honestamente no tiene nada de especial Cabo Catoche, sólo me gusta como suena Cabo Catoche ¡anden! ¡díganlo muchas veces y en chinga! CaboCatocheCaboCatocheCaboCatoche Ganarme los Melate. ¡Puuuuuutas! Si me los gano por fin podría pagar mis deudas, y compraría bienes raices para hacerme tan rica como Donald Trump, eso sí, no me peinaría como él al estilo Quesito Oaxaqueño, digo, tanto pinche dinero y que no se pueda poner ingerto de greña ¡Qué mamarrachada! Armar a 2º and the planetas. ¡Oooooooh si! Yo quiero mi pinche banda, como no. Así me dure una semana, no hay pedo porque algún día podré contarles a mis nietos que su abuela tuvo una banda de una semana. Tener mi propio departamento...

¡Ya Yisus tap-dancing Craist! ¡Quítame lo pendeja!

No sé porque la virgencita me dotó de impaciencia y eso hace que me aburra fácilmente de las cosas [incluso en mis relaciones, por eso ninguna ha pasado de los tres meses] como ha pasado con el template de este blog tan pedorro. Estaba yo, así nomás de ociosa entre picándome los ojos del aburrimiento y entre platicando en el mesenyer con otros improductivos, cuando de repente me dije: "voy a cambiar el leiaut de mi maispeis porque ya me da pinche flojera ver lo mismo desde hace un mes" y empecé a moverle, que unos clicks por aquí, unos cuantos por allá y ¡voilá! quedó una porquería. Como ví que eso de moverle por mi cuenta no es lo mío, me puse a buscar leiauts prefabricados, desos de copiapega y disfruta de un montón de códigos que no sirven para una chingada, pero ¡ah, qué bonitos se ven! ¿qué no? Y ahí andaba yo, de página en página buscando uno que llenase todos los requisitos [¡a huevo! soy bien pinche exigente ¿y qué?] cuando de repente, llegué una página [gracias a mi ...

Mi primer asalto a mano ¿no armada?

Yo le rogaba a los cielos y a la corte celestial y a Yisus tap-dancing Craist y a diospadreredentor que ya dejaran de joderme la vida con tareas escolares de porra para que mandaran más acción a mi vida aburrida, pero estas no son maneras ¡carajo! Regresaba, hace unos minutos, de la escuela. Caminaba pasivamente por el camino de siempre mientras tarareaba "Call me" de Blondie que sonaba en mi iPod a todo volumen. No había mucha gente en la calle y yo andaba por la banqueta sin preocupación alguna: mi exposición fue una mierda pero mis ensayos quedaron de no mamars. De repente, mientras veía que el departamento que siempre me ha gustado estaba vacio y listo para ser ocupado por mi en cuanto tenga dinero, un fulano más sotaco que yo, se me acercó y me dio un toquecito en el brazo, casi imperceptible. Yo no lo hubiese notado de no ser por el hedor a mona y Delicados que el papanatas, despedía con intensidad. Como Debbie Harris no paraba de gritarme en el odio que la llamara, só...