Por primera vez en este año y ene días que llevo escribiendo en este sacrosanto blog, que más que parecer una página sobre opiniones certeras a cerca de acontecimientos en la ambigüedad de la sociedad capitalina, simula un espacio en la internet que uso para escribir sobre los sucesos menos relevantes que me siguen sin consideración ni piedad por mi paso taciturno e incierto en este planeta... ok, ya me estoy desviando un poco.
El caso es que por primera vez he recibido una queja-burla-comentario-aclaración por parte de un lector que se acaba de iniciar, hace un par de días, en la fiel lectura de esta sarta de barbaridades que bailan en mi cabeza y terminan plasmadas en este sitio por las teclas de mi laptop; ese lector no dejo comentario alguno que pueda evidenciar lo anteriormente mencionado, sin embargo, me lo dijo "personalmente" vía mensajero instantaneo:
· Lector: "Escribes muy ñoño"
· Lali: "No es cierto, mi mami dice que escribo bonito"
Esas palabras me dejaron pensando sobre lo extravagante que puede llegar a ser la percepción de las cosas, pues hasta el momento, no había tenido problema alguno con la forma en que mi cerebro divagante concibe las ideas que mis dedos marcan sobre un pringoso teclado para ser transformadas en letras y estas, a su vez, en palabras que se relacionan y se funden para crear un texto que distraiga a la psique humana de los hechos mundanos, sin intenciones de hacerlos de lado y demeritarlos, pero con el firme propósito de descargar traumas de infancia de ésta que escribe.
Así pues, no concideré que al estar utilizando un lenguaje coloquial, de fácil entendimiento, parte del caló chilango y con toda la intención de no escacharrar mis ideas utilizando palabras rebuscadas y simplemente escribiendo lo que pienso, lo que soy, lo que vivo y lo que hago, se me fuera a conciderar ñoña... pero para todos aquellos incautos que no saben que es ser ñoñ@, aquí la definición:
ÑOÑO,ÑA: fam. Dícese de la persona
sumamente apocada y de corto ingenio. \\
Dicho de las cosas, soso, de poca substancia.
Dicho sea con propiedad: mi ego se sintió ciertamente herido, pues nunca he pensado que mi vida es tan aburrida como para considerar que lo que está en este blog, sea ponderado como algo "soso y de poca substancia"... a lo mejor no es merecedor de un Premio Pulitzer o un Premio Rey de España como el que a mi heroe personal y causante de la visión risible de la política nacional: Germán Dehesa, le acaban de otorgar, sin emargo, tampoco lo encasillo en lo trivial a pesar de que en ocasiones, mi falta de inspiración-creatividad-magestuosidad hagan que recurra a terceros en apoyo para traerles una entrada más.
Sea pues, el principio de una nueva era y que no se me juzgue por hacerle caso a un candoroso comentario, que se me juzgue por prostituir la intimidad de mi vida sentimental y de los últimos mascullos que los allegados a las personas del post anterior, guardaban con recelo ante los curiosos fanáticos que clamaban por saber si aquel genio de la literatura, en su lecho de muerte, había dicho la frase más bella jamás escuchada o si las mujeres al decapitarlas, costaban menos trabajo por tener un cuello delicado y fácil de traspasar con una hoja tan mordaz como las palabras.
Así, declaro que a partir de este momento, mi vida sentimental no será expuesta nunca más cual puta de vitrina de la Zona Roja de Amsterdam ante los ojos llenos de un morbo ávido por leer, en cada letra, mis sentimientos aquí registrados ni la jerga defeña que tanto esfuerzo me ha costado entender, será escrita de manera indiscriminada en este olímpico blog que tanto cariño le he tomado desde que decidí su nombre... renovarse o morir.
Maes míos, sírvanse continuar leyendo este blog que continuará con los ya famosos
Ranking Top Top Top y a su vez, seguirá tratando temas mundanos sin la simplicidad que entraña una vida social poco activa pero llena de misticismo, actividades paganas, bacanales, microbuses, trolebuses, exámenes en el CEA [y no es el de Televisa], Recreo y metrópolis aledañas, cafés y tés, orgías audiovisuales, telarañas de teorías de contingencias, hipótesis carentes de comprobación, cigarros que crean hilos de pesadillas acojedoras con el humo, personajes que vagan furtivos por esta ciudad en la que todo puede suceder y demás verborrea que pueda brotar de mi elocuente cabeza.